Por: Carlos Pozos (Lord Molécula)

Martes, 27 de mayo de 2025

Héctor Jesús Gómez García, juez de primera instancia en Jalisco, ha decidido dar un paso al frente en la transformación del Poder Judicial. Con una trayectoria de más de dos décadas y dos maestrías en Derecho Público y Derecho Electoral, busca convertirse en magistrado electoral en la Sala Regional Guadalajara del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Esta elección histórica, donde por primera vez el pueblo elegirá directamente a jueces, magistrados y ministros, representa para Héctor una oportunidad única de democratizar la justicia y devolverle su sentido original: servir al pueblo.

“Ya no podemos permitir que la justicia esté secuestrada por intereses económicos o políticos. Tiene que ser un puente hacia la dignidad y el bienestar social”, expresó con firmeza.

Gómez García representa a ocho entidades del país: Jalisco, Nayarit, Durango, Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Baja California y Baja California Sur. Su nombre aparecerá en la boleta color salmón con el número 12, y su mensaje es claro: hay que terminar con la corrupción, los compadrazgos y la sumisión al poder económico dentro del sistema judicial.

“Esta reforma devuelve el poder al pueblo, como debe ser. Quienes se oponen son los mismos que han mantenido capturado al Poder Judicial durante décadas”, sostuvo.

Con seis años de experiencia en el Tribunal Electoral de Jalisco, Héctor conoce a profundidad las fallas estructurales del sistema electoral y propone una justicia que ponga al centro a las personas, que defienda el voto libre y garantice la voluntad popular.

“Mi madre me enseñó que la honestidad no se negocia. Y la justicia sólo tiene sentido si responde a quienes más la necesitan”, compartió.

Este 1 de junio, en ocho estados del norte del país, Héctor Jesús Gómez García invita a votar por una justicia distinta: una que no se doblegue ante el poder, sino que escuche y resuelva para el pueblo.

Boleta color salmón | Número 12 | Héctor Jesús Gómez García: por una justicia que sirva, no que obedezca.